Corría el verano de 1977 y esta canción me hacía feliz. Es infalible como medida contra la crisis: desempolvar aquellos momentos que nos hacían felices antes de la globalización.
Os recomiendo de corazón escuchar esta en su idioma original por su preciosa cadencia y sonoridad.
"Le petit pont de bois" Ives Duteil (El puentecito de madera)
¿Te acuerdas del puente que se atravesaba, hace poco, para pasar el río, muy cerca de la casa?
El puentecito de madera, que casi ya no se tenía más que por un gran misterio y dos postes muy derechos.
Si vuelves por aquí, verás el río y he reformado, en piedra, el puentecito de madera, después lo he recubierto de troncos de madera verde, para dar al río su antiguo aspecto de siempre.
Él sigue desde entonces su curso imaginario porque ya no llueve más que una o dos veces al año pero, en este rincón de tierra, un puentecito singular extiende un nenufar en medio de los helechos.
Pero en este rincón de tierra, un puentecito singular extiende un nenufar en medio de los helechos, para no ir a ninguna parte pero, a pesar de todo, estoy orgulloso de ello.
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Corría el verano de 1977 y esta canción me hacía feliz.
Es infalible como medida contra la crisis: desempolvar aquellos momentos que nos hacían felices antes de la globalización.
Os recomiendo de corazón escuchar esta en su idioma original por su preciosa cadencia y sonoridad.
"Le petit pont de bois" Ives Duteil
(El puentecito de madera)
¿Te acuerdas del puente
que se atravesaba, hace poco,
para pasar el río,
muy cerca de la casa?
El puentecito de madera,
que casi ya no se tenía
más que por un gran misterio
y dos postes muy derechos.
Si vuelves por aquí, verás el río
y he reformado, en piedra,
el puentecito de madera,
después lo he recubierto
de troncos de madera verde,
para dar al río
su antiguo aspecto de siempre.
Él sigue desde entonces
su curso imaginario
porque ya no llueve más
que una o dos veces al año pero,
en este rincón de tierra,
un puentecito singular
extiende un nenufar
en medio de los helechos.
Pero en este rincón de tierra,
un puentecito singular
extiende un nenufar
en medio de los helechos,
para no ir a ninguna parte pero,
a pesar de todo, estoy orgulloso de ello.
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