Yo tengo un bebé Sol en el hueco de mis noches que mece mi sueño y, con su carita despeinada, sube de puntillas la escalera de la habitación en verano.
Yo tengo un bebé Sol en el cielo de mi vida que viene, desde que ella se despierta, a mi cama a contarme sus sueños y cantar canciones acurrucado contra mi corazón y ¡ es estupendo ¡
Un pequeño achuchón por la mañana para comenzar la jornada, un pequeño placer, mi corazón quisiera estallar.
A la hora en que los niños están todos dormidos, una tormenta estalla en la noche y mi bebé Sol, corazón latente, bajo la lluvia ha venido a reunirse en silencio conmigo.
Lágrimas de espanto corrían sin parar por sus mejillas; es tremendo como temblaba. Yo le he contado las broncas de esas nubes negras cuando se encuentran.
El día había comenzado cuando la tormenta pasó. Croissants, crema de castañas, pan tostado, el cielo estaba muy claro al desayuno. Había unos "relámpagos"* con el café.
Una pequeña zambullida en el jabón, las cremas y la espuma de afeitar. Pequeño placer, el miedo se olvidó deprisa. Pequeño placer, mi corazón quisiera estallar.
Me faltaban tres palabras para acabar una estrofa y solo en mi piano buscaba. Sentí que ella entraba de puntillas y comenzaba a bailar, sus pasos volaban sobre la alfombra, brillaba de vida. Yo me sentía en el Paraíso. Ya conocía de memoria esta canción de una hora y la cantaba también...
Es un bebé Sol en el hueco de mis noches que mece mi sueño y que, con su carita despeinada, sube de puntillas la escalera de la habitación en verano.
*Éclairs (relámpagos): pastelillos alargados rellenos de crema
Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito. Es un cacho de vidrio, es la vida, es el sol, es la noche, es la muerte, es un lazo, un anzuelo. Es un árbol del campo, un nudo en la madera, caingá, candela, es el Matita Pereira. Es madera del viento, avalancha en el despeñadero, es misterio profundo, es un quiera o no quiera. Es el viento soplando, el fin de la ladera, es la viga, es el vano, la fiesta de la cumbre. Es la lluvia lloviendo, la voz de la ribera de las aguas de marzo, el fin del cansancio. Es el pie, es el suelo, es marcha caminera, pajarillo en la mano, piedra del tirachinas. Un ave en el cielo, un ave en el suelo, un regato, una fuente, un pedazo de pan. Es el fondo del pozo, es el fin del camino, en el rostro el disgusto, está un poco solito. Es una malahierba, un clavo, una punta, un punto, una gota goteando, una cuenta, un cuento. Es un pez, es un gesto, es la plata brillando, es luz de la mañana, un mamotreto llegando. Es la leña, es el día, es el fin de la pisada, la botella de ron, reventón caminero. El proyecto de casa, es el cuerpo en la cama, es el coche varado, es el barro, es el barro. Es un paso, un puente, es un sapo, una rana, es un resto de matorral en la luz de la mañana. Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón. Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito. Es una culebra, es un palo, es Juan y José, una espina en la mano, un corte en el pie. Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón. Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito. Es un paso, es un puente, es un sapo, una rana, es un bello horizonte, una fiebre terciana. Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón. Palo, piedra, fin del camino, resto de tronco, está un poco solito. Cacho, vidrio, vida, sol, noche, muerte, lazo, anzuelo... Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón.
4 comentarios:
BÉBÉ SOLEIL. Yves Duteil
(Bebé Sol)
Yo tengo un bebé Sol en el hueco de mis noches que mece mi sueño y, con su carita despeinada, sube de puntillas la escalera de la habitación en verano.
Yo tengo un bebé Sol en el cielo de mi vida que viene, desde que ella se despierta, a mi cama a contarme sus sueños y cantar canciones acurrucado contra mi corazón y ¡ es estupendo ¡
Un pequeño achuchón por la mañana para comenzar la jornada, un pequeño placer, mi corazón quisiera estallar.
A la hora en que los niños están todos dormidos, una tormenta estalla en la noche y mi bebé Sol, corazón latente, bajo la lluvia ha venido a reunirse en silencio conmigo.
Lágrimas de espanto corrían sin parar por sus mejillas; es tremendo como temblaba. Yo le he contado las broncas de esas nubes negras cuando se encuentran.
El día había comenzado cuando la tormenta pasó. Croissants, crema de castañas, pan tostado, el cielo estaba muy claro al desayuno. Había unos "relámpagos"* con el café.
Una pequeña zambullida en el jabón, las cremas y la espuma de afeitar. Pequeño placer, el miedo se olvidó deprisa. Pequeño placer, mi corazón quisiera estallar.
Me faltaban tres palabras para acabar una estrofa y solo en mi piano buscaba. Sentí que ella entraba de puntillas y comenzaba a bailar, sus pasos volaban sobre la alfombra, brillaba de vida. Yo me sentía en el Paraíso. Ya conocía de memoria esta canción de una hora y la cantaba también...
Es un bebé Sol en el hueco de mis noches que mece mi sueño y que, con su carita despeinada, sube de puntillas la escalera de la habitación en verano.
*Éclairs (relámpagos): pastelillos alargados rellenos de crema
He visto niños marcharse/sonrisa en los labios y corazón ligero/hacia la muerte y el paraiso/que unos adultos habían prometido./
Pero cuando saltaban sobre las minas/era a Mozart a quien se asesina./Si la felicidad tiene este precio/¿de qué infierno está nutrida?./...
Ya que en el mundo se sabe/hacer la paz por unos segundos/en nombre del Padre y por Navidad/que la tregua sea eterna./
Que ella acalle para siempre los rencores/y que calme en el fondo de los corazones/la venganza y la crueldad/hasta el fin de la eternidad./
Yves Duteil."Pour les enfants du monde entier".
¡CON LOS MEJORES DESEOS DE PAZ PARA EL PRÓXIMO DECENIO 2010-2020¡
El 28 de diciembre nos recuerda lo que somos durante los otros 364 días del año.
Mark Twain
ÁGUAS DE MARÇO. Tom Jobim (1973)
Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito.
Es un cacho de vidrio, es la vida, es el sol, es la noche, es la muerte, es un lazo, un anzuelo.
Es un árbol del campo, un nudo en la madera, caingá, candela, es el Matita Pereira.
Es madera del viento, avalancha en el despeñadero, es misterio profundo, es un quiera o no quiera.
Es el viento soplando, el fin de la ladera, es la viga, es el vano, la fiesta de la cumbre.
Es la lluvia lloviendo, la voz de la ribera de las aguas de marzo, el fin del cansancio.
Es el pie, es el suelo, es marcha caminera, pajarillo en la mano, piedra del tirachinas.
Un ave en el cielo, un ave en el suelo, un regato, una fuente, un pedazo de pan.
Es el fondo del pozo, es el fin del camino, en el rostro el disgusto, está un poco solito.
Es una malahierba, un clavo, una punta, un punto, una gota goteando, una cuenta, un cuento.
Es un pez, es un gesto, es la plata brillando, es luz de la mañana, un mamotreto llegando.
Es la leña, es el día, es el fin de la pisada, la botella de ron, reventón caminero.
El proyecto de casa, es el cuerpo en la cama, es el coche varado, es el barro, es el barro.
Es un paso, un puente, es un sapo, una rana, es un resto de matorral en la luz de la mañana.
Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón.
Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito.
Es una culebra, es un palo, es Juan y José, una espina en la mano, un corte en el pie.
Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón.
Es palo, es piedra, es el fin del camino, es un resto de tronco, está un poco solito.
Es un paso, es un puente, es un sapo, una rana, es un bello horizonte, una fiebre terciana.
Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón.
Palo, piedra, fin del camino, resto de tronco, está un poco solito.
Cacho, vidrio, vida, sol, noche, muerte, lazo, anzuelo...
Son las aguas de marzo cerrando el verano, la promesa de vida en tu corazón.
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