Enfrentados a nosotros sin podernos rescatar. Somos carne de presidio y no podemos fallar. Somos ángeles del cielo. El infierno sin piedad. Matamos a los que amamos. Sanamente y sin maldad. Queremos a quien nos sirve. Nos haremos recordar. Seremos seres humanos matando a la otra mitad. Vente ya que está la fiesta a puntito de empezar. Serán por siempre ya libres los que acierten a quedar y los otros a soñar. Eres tú quien ha de hablar. Eres tú y nadie más. No hay razón para callar. Que en el mundo se escuche ya la voz que le ha de despertar. Eres tú quien ha de hablar. Eres tú y nadie más. No hay razón para callar. Que en el mundo se escuche ya la voz que le ha de despertar. Eres tú y nadie más. Que en el mundo se escuche ya la voz que le ha de despertar.
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