Habana vieja toda pasión. Silencio que te envuelve y en plena obscuridad. La salsa te devuelve el tiempo de soñar y aunque solo fueron una noche o dos la suave brisa nos envolvió. Paseamos por el malecón. La calle nos enamoró. Canciones y emociones que te han de arropar. Me gusta verte viva luchando por tu libertad. Y en esa plaza vieja, rodeados de recuerdos que el tiempo abandonó y sin cantos de salón, la plaza nos enamoró. El hombre se hace verso y el verso inspiración. Deja que lo vea, déjame ser yo que entre esas dos paredes el mundo escuche nuestra voz. La Habana te queremos, tu calle nos habló.
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