No puedo ya cantarte, no sé como hay que hacer, la solfa no me engaña, desafino sin querer, no sé si hay que subir o bajar alguna vez, y me pierdo sin poder más que saber, que hay que levantarse y volver a ver que no hay nadie distinto de quien pienso ser, las cosas ya son grandes y no han de crecer, que crecen solo cuando lo tienen que hacer, si piensas que la vida es como un regalo da igual, la quitan y la ponen como una rebaja especial, llámame despacio, no me metas prisa, que me va a dar lo mismo y me da la risa, siento que me muevo como un pulpo extraño en un bar. Llámame despacio, no me metas prisa, que me va a dar lo mismo y me da la risa, siento que me muevo como un pulpo extraño en un bar.
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