Gracias

Honestamente te digo, gracias mil por ser mi amigo, por no irte nunca, por estar siempre conmigo sin escapar de mi lado ni irte de él sin mi. Porque las horas no cuentan como no cuenta el olvido, ni sábados ni domingos ni siquiera la distancia porque siempre estás ahí. Y no sé qué más decir, si los años han pasado apenas los he notado porque sigues en mi vida casi como el primer día estando cerca de mí. Si mi mundo es todo eso qué más puedo ya decir; solo expresar un deseo desde muy dentro de mí: que los abrazos te inunden, que las sonrisas te acojan y la alegría consiga que puedas ser muy feliz. Tan feliz como me hiciste estando siempre a mi lado, hombro con hombro, sin dejarme de la mano haciendo fácil seguir. Y por eso hoy te digo gracias mil por ser mi amigo y estar siempre junto a mí. Y por eso hoy te digo gracias mil por ser mi amigo y estar siempre junto a mí.